TAXONOMÍA:
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Aves
Orden: Galliformes
Familia: Phasianidae
Especie: Gallus gallus
Subespecies: Gallus gallus domesticus
Las gallinas que todos conocemos forman parte de la subespecie doméstica del Gallus gallus. La comunidad científica establece al Gallo de Bankiva, una especie de gallo salvaje procedente de regiones de selva de Asia, como el ancestro de nuestra gallina doméstica. La domesticación de la gallina comenzó hace unos 7.400 años y hoy en día existen ejemplares en todos los rincones del planeta. A través de siglos de selección artificial, hoy en día contamos con multitud de razas de gallinas con distintas aptitudes productivas: ponedoras, de carne, de pelea (desgraciadamente), ornamentales o “de belleza”, etc.
MORFOLOGÍA:
Las gallinas son aves terrestres. Gracias a la selección durante su proceso de domesticación, han perdido casi en su totalidad su capacidad de vuelo. Un rasgo característico de estas aves es la presencia de carúnculas, estructuras carnosas coloridas desprovistas de plumas (crestas y barbas), rasgo de su marcado dimorfismo sexual (*conjunto de caracteres que permite diferenciar machos y hembras visualmente).
Los machos son más grandes, presentan crestas más protuberantes que las hembras, un plumaje más llamativo y largo en la cola. Algunas razas pueden presentar espolones en las patas.
COMPORTAMIENTO:
Las gallinas son animales gregarios, por lo que se debe evitar mantener a una gallina sola. Conviven formando pequeños grupos en el que reina un orden jerárquico, liderado por un gallo alfa. Este macho alfa gobierna sobre los otros gallos subordinados. En cambio, las hembras son ajenas a la jerarquía de los machos. Únicamente se muestran agresivas entre ellas cuando no hay un macho cerca. Establecerán su propia jerarquía a base de peleas durante varios días, pero una vez que la gallina se proclama como alfa, vivirán en armonía siempre y cuando ningún nuevo ejemplar sea introducido.
Son aves de hábitos diurnos y territoriales.
Los machos son bien conocidos por sus cantos, que concentran en determinados periodos del día, como son el amanecer, el atardecer y la madrugada. Esto les convierte en verdaderos despertadores biológicos. Cantan para advertir (y alejar) a posibles gallos intrusos en el territorio y atraer a las hembras. Estudios científicos han demostrado que el canto de los gallos tiene la capacidad de inducir la ovulación en las hembras.
REPRODUCCIÓN:
Las gallinas alcanzan la madurez sexual en torno a los 5-6 meses de edad. Generalmente, los machos la alcanzan la madurez antes que las hembras. Las denominadas razas ponedoras han sido seleccionadas artificialmente para la producción de huevos y son más precoces, además de tener un rendimiento productivo mayor que otras razas (mayor número de huevos).
Por normal general, la gran mayoría de gallinas ponen un huevo al día. Continuarán poniendo hasta que la puesta cuente con unos 8-10 huevos (estén fecundados o no) y posteriormente procederá a incubarlos. Las hembras que protegen su puesta muestran cierto comportamiento agresivo, con plumas erizadas, se defienden a picotazos y emiten vocalizaciones características, lo que comúnmente se conoce como “gallina clueca”. Este fenómeno se atribuye a los aumentos de la hormona Prolactina. El contacto de los huevos contra la región pectoral de la gallina contribuye a la secreción de esta hormona. Finalmente, la Prolactina producirá (mediante un eje hormonal complejo) la resorción del vitelo y regresión del ovario, interrumpiéndose la puesta de nuevos huevos. De tal forma, si no se retiran los huevos periódicamente, la gallina entrará en estado de “cloquez”. Las fluctuaciones de Prolactina también se atribuyen al fotoperiodo (duración e intensidad de la luz. Naturalmente, muchas aves acostumbran a criar cuando los días son más largos, para que sus pollos nazcan durante los meses cálidos del año).
El periodo de incubación de la gallina dura 21 días. Durante este tiempo, la gallina permanecerá cuidando de la puesta y rotando los huevos para evitar la adherencia de los embriones dentro del huevo. No todos los pollitos nacen el mismo día, por lo que la gallina continuará incubando unos días más hasta que hayan nacido todos.
Los pollitos nacen cubiertos de un fino plumón y desarrollan su plumaje juvenil en torno a las 2-4 semanas. A las 8 semanas de vida ya tienen su plumaje adulto y son rechazados por sus madres.