Los guacamayos son animales extremadamente inteligentes, sociables, cariñosos, activos y curiosos, pero también se caracterizan por ser muy dependientes, ruidosos y destructivos. Además, son muy longevos, pudiendo superar los 80 años de vida si se mantienen en buenas condiciones. Por ello, tener un guacamayo es una gran responsabilidad y requiere de una gran dedicación. A continuación, te contamos los aspectos más importantes para mantener a tu guacamayo en óptimas condiciones y disfrutar de su compañía el mayor tiempo posible.
- Obtención del guacamayo
Hay muchas especies de guacamayos y varias de ellas se encuentran en serio peligro de extinción, mayoritariamente debido a la caza y captura de ejemplares salvajes para su venta en cautividad. Esta actuación está penada por ley, pero sigue siendo relativamente habitual hoy día. Por ello, cuando pensemos en incorporar un guacamayo a la familia es recomendable acudir a un criador especializado, que nos aporte los documentos que garanticen su procedencia legal y su inscripción en el registro, y con las garantías de salud pertinentes. Todos los ejemplares deben ser nacidos en cautividad y es recomendable que en el momento de adquirirlos ya hayan sido destetados.
- Necesidades sociales y enriquecimiento ambiental
Los guacamayos son animales extremadamente sociables, en libertad viven en grandes grupos y forman parejas monógamas de por vida. La interacción entre congéneres se produce mediante vocalizaciones y mediante movimientos corporales y de las plumas. Por otra parte, los guacamayos son muy inteligentes y en libertad pasan la mayor parte del tiempo explorando el entorno en busca de alimento y utensilios para desgastar el pico y las uñas, por lo que en estas especies el enriquecimiento ambiental es especialmente importante. Por todo ello, lo ideal es acondicionar la casa o una habitación para que nuestro guacamayo pueda vivir en un espacio lo más amplio posible e interaccionar con la familia la mayor parte del tiempo.
Debemos proporcionar juguetes variados, e ir rotándolos y cambiándolos de sitio para fomentar su espíritu curioso. Los juguetes más apropiados son los hechos de madera, cuerda y cartón. Deben evitarse los juguetes de plástico o metal, especialmente aquellos con piezas pequeñas que puedan ser ingeridas; y los espejos, que pueden confundirlos. También podemos proporcionar una bandeja de forrajeo con materiales comestibles y no comestibles, donde el animal pueda dar rienda suelta a su comportamiento natural de búsqueda de alimento.
El aprendizaje es otro método de estimulación muy importante para los guacamayos. Pueden aprender a repetir palabas o sonidos y a solucionar acertijos para obtener premios.
Siempre debemos tener presente que un guacamayo aburrido es muy propenso a desarrollar problemas de conducta como vocalizaciones y picaje.
- Tamaño y composición de la jaula
Aunque es altamente recomendable que los guacamayos pasen largos periodos fuera de la jaula, deben tener un espacio propio que identifiquen como refugio y zona de descanso. El tamaño mínimo de la jaula debe permitir al ave darse la vuelta con las alas extendidas (si no disponen de espacio libre en la casa, la jaula debe ser mucho más grande). Son preferibles las jaulas rectangulares a las circulares. Respecto al material, son preferibles, por ser más higiénicas y resistentes al gran poder destructor de esta especie, las jaulas de metal con respecto a las de plástico o madera. Siempre deben proporcionarse jaulas de barrotes, que permiten una correcta ventilación, y preferiblemente los barrotes deben estar dispuestos en horizontal, de esa forma la mascota puede trepar y ejercitarse.
Un posible problema que debemos tener en cuenta es la intoxicación con materiales metálicos de la jaula. Para evitarlo, debemos escoger jaulas de aluminio, acero inoxidable o galvanizadas, y siempre evitar las jaulas viejas, que tengan evidente deterioro de la pintura o zonas oxidadas. También es recomendable evitar poner frutas entre los barrotes de la jaula, pues la acidez favorece la disolución de la pintura y la liberación de pequeñas partículas tóxicas.
El animal debe tener a su disposición:
- Comederos y bebederos: de materiales no tóxicos y fácilmente lavables, localizados de tal forma que se minimice la caída de heces en su interior.
- Perchas: preferentemente de madera natural y de diferentes diámetros, para permitir el desgaste de las uñas y el ejercicio de las articulaciones de los dedos (de lo contrario puede producirse artrosis y anquilosis).
- Espacio: un error común es llenar indiscriminadamente la jaula o habitación de juguetes, lo que limita el espacio disponible. Es mejor poner pocos juguetes e ir rotándolos, que poner demasiados.
- Bañera: Es recomendable que tengan a su disposición un recipiente con agua limpia y desclorada (basta con dejarla reposar 24 horas) destinado a este fin. Otra opción es pulverizarlos varias veces al día con agua también desclorada. La humedad es esencial para permitir un buen estado de salud de la piel y el plumaje, y juega un papel especialmente importante en el periodo de muda. Siguiendo este razonamiento, un buen momento para compartir con nuestra mascota psitácida es la ducha: meter la jaula en el baño mientras nos duchamos aportará humedad al plumaje y las vías respiratorias además de suponer un momento de importante socialización propietario-mascota.
- Condiciones ambientales y localización de la jaula
Los guacamayos pueden sentirse muy estresados y amenazados en el suelo o a alturas mas bajas que sus propietarios. Por ello, debemos proporcionar perchas en lugares elevados, que permitan al animal estar a la altura de nuestra cabeza o ligeramente por encima.
Los guacamayos proceden de las selvas tropicales de Sudamérica, por lo que deben estar en un ambiente húmedo y cálido, alejado de corrientes de aire y cambios bruscos de temperatura, aunque toleran bastante bien los cambios de temperatura graduales siempre y cuando estén en buenas condiciones de salud. También deben estar alejados de humos y olores fuertes (la cocina es el lugar menos indicado de la casa para tener a esta o cualquier otra ave), de ruidos fuertes, y de posibles depredadores (perros, gatos, aves salvajes, etc). El aporte de luz solar directa (sin cristal de por medio) es recomendable de forma ocasional, siempre controlando las condiciones ambientales y preferiblemente con una mosquitera que reduzca el contacto con insectos y otros animales como aves silvestres, que pueden transmitir diversas enfermedades. Por otra parte, es recomendable que tengan enriquecimiento visual. Con este fin, la percha principal o la jaula puede colocarse cerca de una ventana, o en una zona con tránsito de gente, por ejemplo, el salón.
- Fotoperiodo
El fotoperiodo es un aspecto importantísimo en la salud de las psitácidas. Las selvas tropicales de las que proceden apenas cuentan con cambios de fotoperiodo con la estación del año. Por ello, es muy importante proporcionar un ciclo de luz y oscuridad constante de unas 10 horas, o, lo que es lo mismo, que nuestra mascota se despierte y se acueste siempre a la misma hora, estando despierto durante 10 horas al día. Para permitir este periodo constante en nuestras latitudes, puede ser necesario alargar los días con luz artificial en invierno y acortar los días en verano, bajando las persianas y apagando las luces o bien, tapando la jaula con una tela opaca. A la hora de dormir, es recomendable llevar la jaula a una habitación diferente que identificará como lugar de descanso.
- Dieta
Los guacamayos pasan la mayor parte de su tiempo buscando alimento e ingieren en libertad gran cantidad de semillas, frutas, verduras, y legumbres. En cautividad, tradicionalmente se han alimentado estas aves con mezclas de semillas, que no solo no representan su dieta en libertad y son nutricionalmente desequilibradas, sino que además permiten a las aves seleccionar aquellas semillas que más les gustan, comportamiento que deriva de la libre disposición de alimento en cautividad y que desequilibra aún más ración. Por todo ello, la dieta debe constar de varios componentes y ser lo más variada posible:
- Pienso: Actualmente existen en el mercado gran cantidad de piensos extrusionados específicamente diseñados para loros, que reúnen las necesidades nutricionales específicas de nuestras mascotas y deben constituir la base de su alimentación.
- Frutas y verduras: pimiento, verduras de hoja verde, calabacín, manzana, pera, fresa, mango, pomelo, sandía, melón, piña, melocotón, zanahoria, pepino, etc, deben administrarse a diario.
- Semillas, frutos secos, legumbres y otros: mezclas de semillas, frutos secos como nueces de palma, avellanas o anacardos (siempre sin tostar y sin sal), y otros alimentos como legumbres cocidas sin sal o germinados pueden administrarse en pequeña cantidad a diario.
- Complementos multivitamínicos y minerales: Es muy recomendable que tengan calcio a libre disposición, especialmente en época de muda y reproducción. Los complementos multivitamínicos son prescindibles si el aporte de verdura y fruta es diario, variado y abundante.
Recordemos que la búsqueda de alimento es uno de los comportamientos más importantes en los psitácidos, por lo que la disposición de comida monótonamente en el comedero debe evitarse. El comedero debe tener siempre pienso y verduras disponibles, pero se pueden ofrecer estos y otros alimentos en distintas presentaciones y tamaños, e incluso en juguetes interactivos para búsqueda de comida, comprados o hechos a mano (por ejemplo, cajas de cartón con algunos agujeros).
También debemos tener en cuenta que algunos alimentos y plantas pueden ser tóxicos. Aguacate, cacao, café, cebolla, ajo, alimentos azucarados o salados, leche o alcohol deben ser rotundamente evitados.
- Higiene
Los comederos y bebederos deben limpiarse diariamente, con un estropajo específicamente destinado a este fin (no es recomendable usar el mismo que se usa para limpiar los utensilios de la cocina de la casa). Una higiene incorrecta de los bebederos suele ser el origen de muchos problemas infecciosos. Además, una vez a la semana debe limpiarse a fondo toda la jaula, incluidas perchas y juguetes.
- Sexaje
Los guacamayos no gozan de dimorfismo sexual (diferencias físicas evidentes entre machos y hembras), por lo que el único medio fiable de sexaje es por ADN o por endoscopia.
- Reproducción
La madurez sexual se alcanza aproximadamente a los 4-5 años de vida. A partir de ese momento, las hembras pueden tener una puesta anual o bianual (cada 2 años), según la especie. Cada puesta consta de 2-4 huevos.
- Cuidados veterinarios
Es recomendable realizar una revisión veterinaria anual para evaluar el estado de salud general y valorar la necesidad de cambios de manejo y/o desparasitaciones. Algunos signos que deben alertarnos y alentarnos a pedir cita en el veterinario son:
- Está apático, embolado (con las plumas ahuecadas) o tiene aspecto triste
- Come menos o no come
- Bebe menos agua
- Tiene heces blandas
- Presenta los ojos cerrados, secreción ocular o nasal
- Presenta respiración con la boca abierta, movimiento de la cola acorde con la respiración o sonidos audibles al respirar
- Vómitos o regurgitaciones
- Problemas en la muda, plumaje desaliñado
- Se arranca plumas o se hace heridas en la piel
- Tiene el pico muy largo y /o ladeado.
- Cojera, alteraciones en la motilidad, tortícolis, cuello girado, ala caída, …
- Especies
Hay muchas especies de guacamayos, las más conocidas y escogidas como mascota son las siguientes:
- Ara arauna o guacamayo azul y amarillo: mide entre 76 y 86 cm y pesa entre 900 gramos y 1.5 kg. Su plumaje es azul por la parte superior y tiene el pecho y el vientre de color amarillo. Su barbilla es de color azul oscuro y su frente es de color verde, el pico es negro y las patas oscuras. El rostro es blanco con características líneas de color negro.
- Ara macao, Guacamayo macao o guacamayo rojo y amarillo: puede llegar a medir 90 cm de largo y pesar 1 kg. Destaca por tener el plumaje color rojo con algunas plumas de las alas y la cola de color azul, amarillo y verde. Su pico es de color hueso en la parte superior y de color negro en la inferior.
- Ara chloropterus o guacamayo rojo: el plumaje del cuerpo es principalmente rojo y las alas son de color azul, rojo y verde, sin presencia de amarillo. Su pico es de color hueso en la parte superior y de color negro en la inferior.
- Ara severus o maracaná grande: es más pequeño que los demás, mide entre 40 y 50 cm y pesa entre 300 y 400 gramos. El plumaje es de color verde principalmente, a excepción de las alas que por la parte interior son rojas y por la parte externa son azules. Las plumas de su cola son de color rojo y azul.
- Ara militaris, guacamayo verde o guacamayo militar: Mide unos 70 cm. Su plumaje es mayormente de color verde y la parte de atrás de la espalda y las plumas superiores de la cola son de color azul. Las plumas de las alas son de color amarillo verdoso y las de la cola son marrón-rojizo. El rostro es rojo con toques blancos y tiene finas líneas negras. El pico es negro y las patas de color oscuro.
- Ara nobilis, Guacamayo noble o guacamayo de Hans: Mide unos 30 cm y pesa unos 150 gramos. El plumaje es mayoritariamente verde, con la zona frontal de la cabeza y alrededor del pico de color azul oscuro, y los hombros rojos.
- Guacamayo de vientre rojo (Orthopsittaca manilata): Su tamaño es de unos 50 centímetros y pesa de 300 a 350 gramos. El color es predominantemente verde, a excepción de una mancha roja en el vientre y un color azulado en los hombros y frente. La cara es amarilla y está desprovista de plumas.
- Guacamayo Maracaná o de Illiger (Propyrrhura maracaná): pesa unos 300 gramos y mide unos 40 cm. El plumaje es verde, excepto la frente y el vientre que son de color rojo. La zona alrededor del ojo, que está desprovista de plumas, es blanca, su pico es negro y los ojos anaranjados.