La iguana verde (Iguana iguana) es un reptil de gran tamaño originario de América central y del Sur que está ganando popularidad entre los propietarios que optan por mascotas exóticas. Sin embargo, antes de adquirir un ejemplar de iguana es necesario conocer sus hábitos y necesidades para poder brindarle un ambiente óptimo y prevenir numerosas enfermedades o alteraciones comportamentales que pueden derivar de un manejo inadecuado en cautividad.
Datos fisiológicos y hábitos
La esperanza de vida es muy variable según las condiciones de manejo: la media es de 10-15 años, pero en buenas condiciones pueden alcanzar los 20.
Aunque generalmente se adquieren animales jóvenes de pequeño tamaño, las iguanas crecen rápidamente pudiendo alcanzar los 2 metros de longitud de cabeza a cola y llegando a pesar unos 7 kg en la etapa adulta.
En libertad las iguanas viven en pequeños grupos formados por un macho, una o varias hembras y uno o varios individuos subadultos. Sin embargo, en cautividad, debido a las limitaciones de espacio y para evitar problemas de agresividad es recomendable no alojar más de una iguana por jaula, especialmente si son de distinto tamaño (el más grande puede impedir comer al ejemplar más pequeño) y/o del mismo sexo.
Los jóvenes necesitan una socialización de aproximadamente un año, durante el que aprenden lo comportamientos propios de la especie, socializan con otros congéneres y adquieren la flora intestinal mediante coprofagia. No es recomendable adquirir iguanas menores de un año de edad, pues el déficit de socialización puede acarrear varios problemas a largo plazo. Por otra parte, durante el periodo en cautividad es necesario interaccionar con nuestra iguana a diario con el fin de prevenir problemas de agresividad y territorialidad.
Son animales arborícolas que pasan la mayor parte del tiempo sobre las ramas de los árboles, soleándose. Suelen vivir en selvas tropicales cerca de ríos o zonas de agua que les permitan refrescarse y también saltar para huir de posibles depredadores, que detectan fácilmente gracias a su excelente sentido del oído y de la vista. Los depredadores atacan a las iguanas desde arriba, por lo que siempre debemos manejar a nuestra iguana desde abajo, simulando las ramas de los árboles y evitando el estrés asociado al efecto depredador.
El color puede variar ligeramente con la edad y las condiciones ambientales. Generalmente, la iguana verde presenta un color verde vivo en la juventud, adquiere una tonalidad anaranjada en la madurez sexual y a medida que va creciendo va evolucionando hacia una tonalidad más grisácea. De la misma forma, adquiere un tono verde más vivo cuando hace calor y una tonalidad más apagada cuando el ambiente es frío y/o poco soleado.
Condiciones de alojamiento
El tamaño del terrario debe ser lo más grande posible, pero como mínimo debe permitir a animal darse la vuelta cómodamente. La longitud y profundidad mínimas recomendables son de 3 veces el largo de la iguana, y el alto debería ser 4 veces la longitud del animal, es decir, unos 4.5×4.5x6m para un animal adulto.
Las condiciones de la iguana en cautividad deben ser lo más parecidas posible a las condiciones que tendrían en su hábitat natural, es decir, la selva tropical. Teniendo en cuenta esto, el terrario debe tener:
- Una fuente de calor: El terrario debe tener un punto caliente o punto de soleamiento, a unos 35ºC, y un punto frio, en el extremo opuesto, a unos 28ºc. Estas temperaturas pueden bajar unos 4 ºC por la noche, manteniendo el gradiente térmico y procurando que en ningún caso la temperatura media baje de 24 ºC. Para garantizar que la temperatura se mantiene en los límites óptimos, será necesario tener dos termómetros, uno en el punto frío y otro en el punto caliente. Las formas de administrar calor son muy variadas, pero en general son preferibles las lámparas que emiten luz y calor al mismo tiempo, como las lámparas de halogenuros metálicos o vapor de mercurio. Las mantas o rocas calefactables, están totalmente desaconsejadas, pues en el medio natural las iguanas obtienen el calor directamente del sol, y pueden ocasionar quemaduras muy graves en el vientre del animal.
- Una fuente de luz UVB: La luz UVB es esencial para un correcto metabolismo del calcio. En el caso de las iguanas, se debe escoger una fuente de UVB adecuada para reptiles tropicales que emite un amplio espectro de longitud de onda (comentadas anteriormente vapor de mercurio y halogenuro metálico) . Es de vital importancia cambiar estas fuentes de luz cada 6-12 meses, pues la cantidad de rayos UV se reduce con el tiempo, y adecuar la lámpara escogida a la distancia que normalmente habrá entre la fuente de luz y el cuerpo del animal y al tamaño global del terrario.
- Una fuente de luz UVA o luz visible: el ciclo de luz-oscuridad debe ser constante a lo largo del año, pudiendo presentar una mínima variación entre invierno y verano. Las iguanas deben recibir entre 10 y 12 horas de luz diarias. Existen multitud de fuentes de luz UV para reptiles en el mercado, algunas de las cuales combinan los componentes UVA y UVB.
Las fuentes de calor y luz UV deben estar próximas, pues en el medio natural los reptiles obtienen ambos componentes de una única fuente: el sol.
- Una fuente de humedad: debemos proporcionar una humedad del 70-80%. Esto puede conseguirse con un vaporizador automático, o simplemente pulverizando frecuentemente el terrario (unas dos veces al día generalmente). Además, es recomendable que la iguana tenga una “piscina” en la que pueda beber agua, bañarse (debe caber el cuerpo entero, aunque no quepa la cola) y que además proporcionará humedad ambiental. Es recomendable la instalación de un higrómetro para controlar este parámetro. La deshidratación es un problema habitual en iguanas en cautiverio que puede desembocar en enfermedad renal y retención de muda, entre otros.
- Un refugio: si bien las iguanas pasan la mayor parte del tiempo en los árboles, es recomendable que tengan la opción de refugiarse en alguna cueva o similar.
- Una zona de descanso en el punto más caliente del terrario, donde la iguana pueda solearse cómodamente. Esta zona puede ser una superficie plana amplia o ramas de buen tamaño.
- Ramas: Puesto que las iguanas son arborícolas, es esencial que cuenten con ramas y vegetación en el terrario que recree su ambiente natural. Estas ramas pueden ser naturales o artificiales, siendo más recomendable el uso de estas últimas por su facilidad en la limpieza y desinfección.
- Sustrato: Como sustrato en el fondo de la jaula deben evitarse arenas o sustratos pedregosos por la alta posibilidad de ingesta e impactación, así como cortezas o sustratos de madera por ser generalmente poco higiénicos y muy húmedos. El sustrato más recomendado es la fibra de coco, parcialmente digestible en caso de ingestión, fácil de limpiar, altamente absorbente e hipoalergénico.
- Situación del terrario: es recomendable que el terrario permita al animal situarse en un punto elevado, y que esté alejado de ruidos y corrientes de aire.
Higiene
La higiene es esencial en la prevención de enfermedades en cualquier mascota. En el caso de las iguanas, conviene retirar los excrementos y restos de alimentación a diario, limpiar los comederos y bebederos también a diario, y proporcionar siempre agua limpia y fresca para la piscina. Además, periódicamente habrá que cambiar todo el sustrato y limpiar el terrario y los materiales de decoración (refugio, ramas, etc). Antes de introducir un nuevo material en el terrario (por ejemplo, piedras naturales o ramas naturales), es recomendable calentarlas en el microondas o hervirlas y luego dejarlas secar completamente, con el objetivo de reducir la posibilidad de introducción de agentes patógenos.
Alimentación
Las iguanas son animales herbívoros estrictos (alimentandose principalmente de hojas) y normalmente se alimentan por la mañana, después de recibir el primer baño de sol. La frecuencia de alimentación debe ser de 2 veces al día en iguanas jóvenes de hasta 30 cm, una vez al día hasta 60 cm y cada 2 días en animales mayores de 60 cm. Es altamente recomendable que siempre se les proporcione el alimento a la misma hora.
La dieta de la iguana debe constar de un 75% de verduras en forma de hojas y un 25% de frutas y hortalizas, aproximadamente. Actualmente existen piensos específicamente formulados para iguanas en el mercado, si bien se recomienda mezclarlos con las frutas y verduras frescas como complemento, en lugar de utilizarlos como fuente única de alimento, y administrarlos siempre humedecidos con agua o zumos naturales para asegurar la suficiente ingesta de agua.
La ración de nuestra iguana debe ser lo más variada posible. Entre los alimentos que se le pueden ofrecer se encuentran:
- Verduras de hoja y flores: diente de león, canónigos, rúcula, endivia, acelga, escarola, espinaca, perejil, berza, berros, repollo, col, cilantro, achicoria, hojas de zanahoria, hojas de coliflor, hojas de mostaza, hojas de nabo, alfalfa, trébol, heno, …
- Verduras y hortalizas: brócoli, pepino, apio, rábano, calabacín, remolacha, tomate, pimiento, calabaza, judías verdes, coles de Bruselas, coliflor, guisantes, …
- Frutas: higos, manzanas, albaricoques, melón, fresas, pera, papaya, mango, melocotón, sandía, …
Algunos autores sugieren aportar ocasionalmente insectos a las iguanas más jóvenes, sin embargo, el efecto beneficioso de esta práctica está aún en controversia y en general no se recomienda. Por otra parte, el aporte de proteina animal en iguanas jóvenes y adultas es claramente perjudicial y debe ser evitado rotundamente (carne, pescado, quesos, huevos, insectos). Otros alimentos que deben ser evitados con la cebolla, el ajo, el aguacate o los cítricos.
Es recomendable suplementar la comida con calcio a diario en los ejemplares más jóvenes y cada 3-4 días en animales adultos. También pueden utilizarse complementos alimenticios a base de calcio, vitaminas y minerales específicamente formulados para reptiles.
Cuidados veterinarios
Es recomendable realizar una revisión veterinaria anual con examen coprológico para evaluar la necesidad de desparasitación y comprobar el estado general de salud de la mascota. Además, es recomendable hacer un recorte de uñas una vez al mes (en el veterinario o en casa), para acostumbrar a la iguana al manejo y prevenir lesiones durante la manipulación.
Marina Escudero Ayuso. Veterinaria