La Nymphicus hollandicus, conocida comúnmente como ninfa o carolina, es una especie de ave psitaciforme de la familia de las cacatúas. Es un ave que proviene de Australia, habitan en zonas áridas y normalmente se distribuyen en praderas, estepas y zonas abiertas. Son una especie gregaria, viven en comunidad y vuelan en bandadas en función de la disponibilidad de agua y comida.
Son aves bastante sociables siendo una opción muy popular actualmente, y de la familia de las cacatúas es la más recomendada como animal de compañía. Son muy inteligentes y con un poco de entrenamiento las ninfas pueden imitar multitud de sonidos y melodías, pero no hablar, además de aprender comandos como quedarse quieto, salir y entrar de la jaula, o guardarse en el trasportín.
Morfología:
La ninfa es un ave de tamaño pequeño/mediano, mide entre 25 a 33 cm de largo con un peso aproximado entre 80 y 100 g y una altura de 15 a 20 cm. Se caracteriza por tener una cresta erguida y una cola larga y puntiaguda con plumas muy vistosa.
Existen diversas mutaciones:
Las más comunes son las ninfas ancestrales, que en realidad son las originales. Están en su hábitat natural, predomina el color gris con el penacho amarillo y las mejillas anaranjadas.
La ninfa arlequín o manchada tiene un plumaje parecido al ancestral, pero sustituyendo algunas plumas por tonos amarillos e incluso blancos. Sus ojos son negros.
Las ninfas de color claro son la mutación lutina, pueden ser desde un amarillo pálido hasta un amarillo más intenso y sus ojos son rojos.
En la ninfa perlada el gen no afecta al color base del plumaje sino a la distribución del color, presentan en las alas manchas de color blanco o amarillo y el penacho es de color gris con la base amarillenta. Los machos perlados cuando son adultos pierden ese patrón.
La ninfa canela o isabela, como su nombre indica, posee un tono de pluma que puede ir desde café oscuro hasta un color canela muy suave. Su rostro es de color amarillento.
La ninfa de cara blanca tiene un plumaje color gris o café combinado con zonas blancas, los machos tienen la cara blanca y las hembras de color gris.
La ninfa albina es combinación de dos mutaciones, la de cara blanca y la lutina. Es una ninfa completamente blanca y tiene los ojos rojos.
También como curiosidad hay ninfas que son fruto de dos mutaciones distintas, dando lugar a una gran variedad de patrones y colores diferentes.
Alojamiento:
Las ninfas deben tener un espacio amplio. Lo más adecuado para ellas es manipular su entorno para facilitar que se comporten como en la vida salvaje y así evitar futuros problemas de comportamiento, picaje, miedos e inseguridades.
La jaula no puede ser el único espacio del ave, es importante entender que esa zona es su refugio, pero no el único lugar donde vivir. Es aconsejable adaptar la casa para ellos. Todas las psitácidas son zigodáctilas, tienen dos dedos hacia delante y otros dos hacia atrás. Esto les permite agarrarse muy bien y trepar, son muy buenos escaladores.
Primero hay que adaptar la jaula para ellos. A ser posible debe tener un tamaño grande, y si son más de una o dos ninfas hay que tener en cuenta que necesitarán el doble de espacio. La jaula se compone de una percha de descanso por ave, en la zona más alta de la jaula, ahí es donde van a dormir y descansar. La percha de alimentación estará cerca del comedero, y se recomienda poner el bebedero en el lado opuesto de la jaula para incentivarle a moverse. La percha de premios debe estar siempre en el mismo sitio, y también debe haber un elemento de conexión entre la zona alta y baja para que pueda acceder desde arriba hasta la bandeja (puede ser por ejemplo una cuerda para loros).
Cuando hace buen tiempo, puede colocarse la jaula en un sitio soleado sin cristal, para que reciba radiación solar. Siempre bajo vigilancia y a se posible entre sol y sombra.
Como sustrato para la base de la jaula lo ideal es utilizar un material hipoalergénico a base de fibras vegetales que no desprenda polvo; como por ejemplo sustrato de papel prensado reciclado o bien papel de cocina. Personalmente no recomendamos tener la rejilla sobre la bandeja, con una higiene adecuada ellos pueden acceder a la base de la jaula y eso les proporciona más enriquecimiento ambiental.
A parte de la jaula, deben tener espacios permitidos en la casa como por ejemplo un parque de juegos (con cuerdas, perchas, red de escalar, columpios, juguetes…) y bandeja de forrajeo. Esto último es muy importante ya que en la vida salvaje las ninfas, como el resto de las psitácidas, dedican la mayor parte del tiempo a la exploración, la búsqueda, manipulación y el consumo de alimento. Esta manera es una forma muy enriquecedora de mantenerlos entretenidos y activos.
La bandeja de forrajeo puede tener una base de sustrato (como por ejemplo papel prensado, virutas, heno, agua, piedras de rio, etc.), un comestible (pienso, frutas, verduras…), un alimento extra en poca cantidad (pasta, cous cous, leguminosas, etc), y no comestibles que pueden ser algún tipo de juguete (ramas, cartón, papel, piñas, tapones de botellas, etc).
Alimentación:
En libertad las ninfas se alimentan casi exclusivamente de semillas, son granívoras, y necesitan estar cerca de una fuente de agua para compensar el alimento seco que ingieren. Además, se entretienen buscando frutos y hoja verde. En cambio, en cautividad no deben alimentarse únicamente de semillas, ya que no desgastan tanta energía.
Una alimentación correcta debe ser equilibrada, se puede dividir en:
- Alimento seco:
Pienso para ninfas de alta calidad (por ejemplo, grano fino de Harrison’s es la mejor elección) debe tomar una ración a diario.
Semillas de muy buena calidad una o dos veces por semana. La ración de ambos varía en función del peso de la ninfa.
- Alimento fresco:
Verduras: se le puede administrar verduras de hoja como la acelga, achicoria, endivia, rúcula, canónigos, apio, berro, diente de león, nabo, pepino, calabacín, zanahoria, brócoli, pimientos (rojo y verde) y tomate.
Frutas siempre con moderación, pueden tomar higo, albaricoque, fresa, kiwi, limón, mandarina, cerezas, mango, manzana, melocotón, melón, naranja, níspero, granada, papaya, pera, piña y sandía.
También pueden tomar de vez en cuando:
un poco de arroz, maíz, cous cous, pasta (todo hervido) sin aderezos y sin sal.
- Premios:
Se recomienda dar únicamente en casos especiales, como entrenamiento o refuerzo positivo. Pueden ser: piñones, cacahuetes, nueces, pipas, palomitas sin sal.
Se le puede administrar la comida de formas diferentes para que busquen la comida, además de ser una forma de hacer ejercicio, es muy buen enriquecimiento ambiental para ellos. Se puede poner en brochetas, metidas en algún juguete o en una cajita de cartón, o en la propia base de la jaula. De ese modo estarán entretenidos mientras se alimentan.
Por supuesto dispondrán de agua limpia cada día.
Atención veterinaria:
Además de ofrecer a la ninfa una buena calidad de vida, una higiene correcta, alimentación adecuada y enriquecimiento ambiental es importante también asistir al veterinario especializado en exóticos ante cualquier síntoma de enfermedad o comportamiento extraño.
Se recomienda realizar una revisión general al año para hacer seguimiento del animal y evitar cualquier problema futuro, como medicina preventiva (control de peso, pico y uñas, parasitosis…) La primera revisión es importante para descartar posibles enfermedades peligrosas para ellos como la clamydia y circovirus (PBFD).
Las ninfas pueden tener problemas y enfermedades como parásitos, celomitis, conjuntivitis, heridas por algún ataque de otra ave/animal, fracturas, retención de buche, resfriados, problemas hepáticos por mala alimentación, etc.
Uno de los casos más comunes en este tipo de aves es el picaje, descartando posibles causas veterinarias (por ejemplo positivo a PBFD, malnutrición, parasitosis, etc) lo más probable es que se deba a un problema comportamental. En estos casos es preferible la atención de un especialista en etología de aves ya que es un proceso largo y requiere trabajo. Es un desorden del comportamiento basado en la estereotipia dando lugar a una situación persistente y continua, puede aparecer por estrés, falta de atención, nerviosismo, aburrimiento, depresión.
Otro problema en ninfas es la puesta crónica de huevos. En muchos casos puede derivar en distocia, dificultad para expulsar los huevos. Es una patología delicada en aves y requiere atención veterinaria urgente. Las causas principales son enfermedad, puesta de huevos de gran tamaño, deficiencia de calcio, malnutrición, hipotermia o incluso estrés ambiental. Se puede prevenir la puesta de huevos con una correcta alimentación, reducción de estímulos sexuales (presencia de un macho, nido, etc), y reducción del fotoperíodo (8 horas máximo de luz al día). Así mismo, la mejor manera de evitarlo es con un tratamiento hormonal para inhibir la hormona sexual reproductiva, junto a las correcciones ambientales comentadas anteriormente.
Reproducción:
En libertad una pareja de ninfas puede poner de 1 a 7 huevos en cada nidada. El período de incubación dura alrededor de 20 días y los pollitos una vez nacidos son alimentados por los padres dos veces al día.
Se empluman a las 3 o 4 semanas de vida, permaneciendo con los padres un mes más aproximadamente. Desde ese momento irán adquiriendo poco a poco mayor independencia, aprendiendo a conseguir alimento por si mismos hasta la emancipación.