Los periquitos “Melopsittacus undulatus “, son una especie de ave psitaciforme. Proviene de Australia, ocupan la totalidad del interior del continente australiano. Es un ave nómada que ocupa gran variedad de hábitats abiertos en Australia, como las zonas de matorral, herbazales, sabanas, y arboledas despejadas. Generalmente se encuentra en pequeños grupos, pero puede formar grandes bandadas, de miles de ejemplares, cuando las condiciones son favorables. Se desplaza de forma nómada en busca de comida y agua.
Se han naturalizado en el sur de Estados Unidos, registrándose poblaciones asilvestradas de periquito común en Florida desde los años 1940,
En España se pueden ver poblaciones en distintos lugares, como por ejemplo, la ciudad de Málaga en la que viven un importante número de ejemplares.
Los primeros periquitos llegaron a Europa en barco en 1840. El científico inglés John Gould trajo varias de estas coloridas aves a su hogar en Gran Bretaña. Rápidamente se hicieron muy populares, tanto que la demanda aumentó inmediatamente, y como consecuencia incrementó la exportación de animales exóticos de Australia. Sin embargo, el largo viaje no era fácil y muchos pájaros perecieron antes de llegar a puerto. Mientras tanto Europa se buscaba criar sus propios periquitos, pero desconocían ciertas peculiaridades biológicas de la especie. En 1846 Francia comunicaba los primeros éxitos de reproducción, seguido del Zoo de Amberes (1850) y un criadero privado en Alemania (1855).
Al principio la crianza en Europa no cubría la demanda, por lo que cada barco proveniente de Australia traía periquitos a bordo. Fue en 1894 cuando Australia puso fin a esta masiva exportación. Mientras tanto, la reproducción europea de periquitos a finales del siglo XIX había aumentado considerablemente. Cuando Australia prohibió la exportación de las aves, ya existía en Alemania, Francia e Inglaterra una cría masiva orientada al comercio. Actualmente son, junto a los canarios, una de las aves domésticas más extendidas y abundantes.
Cómo animales de compañía son aves bastante sociables, siendo una opción muy popular actualmente. Son muy inteligentes y con un poco de entrenamiento las pueden imitar multitud de sonidos y melodías, pero no hablar, además de aprender comandos como quedarse quieto, salir y entrar de la jaula, o guardarse en el trasportín.
Morfología:
La variedad silvestre tiene las partes inferiores de color verde claro liso, con la cabeza amarilla con un característico listado negro en su parte posterior, al igual que el resto de las partes superiores del cuerpo y alas, aunque con fondo verde amarillento. En cambio su garganta y frente son de color amarillo liso, con una pequeña mancha morada en la mejilla y tres motas negras enmarcando cada lateral de base de la garganta. Posee el pico muy curvado hacia abajo, de color gris verdoso, y patas grises azuladas con dos dedos hacia delante y dos hacia atrás, que les facilita trepar por los árboles y alimentarse de semillas. Las motas de su garganta reflejan la luz ultravioleta y podrían usarse para distinguir individualmente a cada periquito.
Los periquitos silvestres en su hábitat natural de Australia son notablemente más pequeños que los que se encuentran en cautividad.
En cautividad los criadores han trabajado durante décadas para producir una amplia variedad de colores y mutaciones: factores de verde y azul, grises, violetas, perlados, alas claras, entre otras. Actualmente se conocen más de veinticinco variedades o mutaciones, incluidas algunas que modifican la pluma como los moñudos y celestiales japoneses.
Los periquitos silvestres en su hábitat natural son notablemente más pequeños que los que se encuentran en cautividad.
Existe una variedad considerada como enfermedad, la cual se denomina “plumero”. En esta variedad se producen alteraciones orgánicas que hacen que las plumas no paren de crecer, lo que conlleva a problemas de salud e influye significativamente en la expectativa de vida del ave.
Existe una variedad de periquitos australianos modernos denominada “periquito inglés”, los cuales son más grandes que los otros, con plumas principales más largas, dándoles una apariencia notablemente de mayor talla. Entre los más notables cambios de algunas variedades, los ojos y el pico quedan bastante ocultos dentro de las plumas en una vista de frente. Estas variaciones afectan la mecánica de vuelo y dificultan algunas tareas básicas como la reproducción, lo que disminuye su calidad de la vida. Tales aves son también más propensas a mutaciones genéticas y enfermedades debido a la endogamia que les dio origen.
Alojamiento:
Los periquitos deben tener un espacio amplio. Lo más adecuado para ellos es manipular su entorno para facilitar que se comporten como en la vida salvaje y así evitar futuros problemas de comportamiento, picaje, miedos e inseguridades.
La jaula no puede ser el único espacio del ave, es importante entender que esa zona es su refugio, pero no el único lugar donde vivir. Es aconsejable adaptar la casa para ellos. Todas las psitácidas son zigodáctilas, tienen dos dedos hacia delante y otros dos hacia atrás. Esto les permite agarrarse muy bien y trepar, son muy buenos escaladores.
Primero hay que adaptar la jaula para ellos. A ser posible debe tener un tamaño grande, y si son más de uno o dos hay que tener en cuenta que necesitarán el doble de espacio. La jaula se compone de una percha de descanso por ave, en la zona más alta de la jaula, ahí es donde van a dormir y descansar. La percha de alimentación estará cerca del comedero, y se recomienda poner el bebedero en el lado opuesto de la jaula para incentivarle a moverse. La percha de premios debe estar siempre en el mismo sitio, y también debe haber un elemento de conexión entre la zona alta y baja para que pueda acceder desde arriba hasta la bandeja (puede ser por ejemplo una cuerda para loros).
Cuando hace buen tiempo, puede colocarse la jaula en un sitio soleado sin cristal, para que reciba radiación solar. Siempre bajo vigilancia y a ser posible entre sol y sombra.
Como sustrato para la base de la jaula lo ideal es utilizar un material hipoalergénico a base de fibras vegetales que no desprenda polvo; como por ejemplo sustrato de papel prensado reciclado o bien papel de cocina. Personalmente no recomendamos tener la rejilla sobre la bandeja, con una higiene adecuada ellos pueden acceder a la base de la jaula y eso les proporciona más enriquecimiento ambiental.
A parte de la jaula, deben tener espacios permitidos en la casa como por ejemplo un parque de juegos (con cuerdas, perchas, red de escalar, columpios, juguetes…) y bandeja de forrajeo. Esto último es muy importante ya que en la vida salvaje los periquitos, como el resto de las psitácidas, dedican la mayor parte del tiempo a la exploración, la búsqueda, manipulación y el consumo de alimento. Esta manera es una forma muy enriquecedora de mantenerlos entretenidos y activos.
La bandeja de forrajeo puede tener una base de sustrato (como por ejemplo papel prensado, virutas, heno, agua, piedras de río, etc.), un comestible (pienso, frutas, verduras…), un alimento extra en poca cantidad (pasta, cous cous, leguminosas, etc), y no comestibles que pueden ser algún tipo de juguete (ramas, cartón, papel, piñas, tapones de botellas, etc).
Alimentación:
En libertad los periquitos se alimentan casi exclusivamente de semillas, son granívoros, y necesitan estar cerca de una fuente de agua para compensar el alimento seco que ingieren. Además, se entretienen buscando frutos y hoja verde. En cambio, en cautividad no deben alimentarse únicamente de semillas, ya que las semillas son muy clóricas y no desgastan tanta energía.
Una alimentación correcta debe ser equilibrada, se puede dividir en:
- Alimento seco:
Pienso para periquitos de alta calidad (por ejemplo, grano fino de Harrison’s es la mejor elección) debe tomar una ración a diario.
Semillas de muy buena calidad una o dos veces por semana. La ración de ambos varía en función del peso de la ninfa.
2. Alimento fresco:
Verduras: se le puede administrar verduras de hoja como la acelga, achicoria, endivia, rúcula, canónigos, apio, berro, diente de león, nabo, pepino, calabacín, zanahoria, brócoli, pimientos (rojo y verde) y tomate.
Frutas siempre con moderación, pueden tomar higo, albaricoque, fresa, kiwi, limón, mandarina, cerezas, mango, manzana, melocotón, melón, naranja, níspero, granada, papaya, pera, piña y sandía.
También pueden tomar de vez en cuando:
un poco de arroz, maíz, cous cous, pasta (todo hervido) sin aderezos y sin sal.
3. Premios:
Se recomienda dar únicamente en casos especiales, como entrenamiento o refuerzo positivo. Pueden ser: piñones, cacahuetes, nueces, pipas, palomitas sin sal.
Se le puede administrar la comida de formas diferentes para que la busquen, además de ser una forma de hacer ejercicio, es muy buen enriquecimiento ambiental para ellos. Se puede poner en brochetas, metidas en algún juguete o en una cajita de cartón, o en la propia base de la jaula. De ese modo estarán entretenidos mientras se alimentan.
Por supuesto dispondrán de agua limpia cada día.
Atención veterinaria:
Además de ofrecerles una buena calidad de vida, una higiene correcta, alimentación adecuada y enriquecimiento ambiental es importante también asistir al veterinario especializado en exóticos ante cualquier síntoma de enfermedad o comportamiento extraño.
Se recomienda realizar una revisión general al año para hacer seguimiento del animal y evitar cualquier problema futuro, como medicina preventiva (control de peso, pico y uñas, parasitosis…) La primera revisión es importante para descartar posibles enfermedades peligrosas para ellos como la clamydia y circovirus (PBFD).
Las ninfas pueden tener problemas y enfermedades como parásitos, celomitis, conjuntivitis, heridas por algún ataque de otra ave/animal, fracturas, retención de buche, resfriados, problemas hepáticos por mala alimentación, etc.
Uno de los casos más comunes en este tipo de aves es el picaje, descartando posibles causas veterinarias (por ejemplo positivo a PBFD, malnutrición, parasitosis, etc) lo más probable es que se deba a un problema comportamental. En estos casos es preferible la atención de un especialista en etología de aves ya que es un proceso largo y requiere trabajo. Es un desorden del comportamiento basado en la estereotipia dando lugar a una situación persistente y continua, puede aparecer por estrés, falta de atención, nerviosismo, aburrimiento, depresión.
Otro problema en ninfas es la puesta crónica de huevos. En muchos casos puede derivar en distocia, dificultad para expulsar los huevos. Es una patología delicada en aves y requiere atención veterinaria urgente. Las causas principales son enfermedad, puesta de huevos de gran tamaño, deficiencia de calcio, malnutrición, hipotermia o incluso estrés ambiental. Se puede prevenir la puesta de huevos con una correcta alimentación, reducción de estímulos sexuales (presencia de un macho, nido, etc), y reducción del fotoperíodo (8 horas máximo de luz al día). Así mismo, la mejor manera de evitarlo es con un tratamiento hormonal para inhibir la hormona sexual reproductiva, junto a las correcciones ambientales comentadas anteriormente.
Reproducción:
Los primeros símbolos de que dos periquitos están formado una pareja es compartir comida, normalmente dándose el uno al otro, tanto semillas como comida regurgitada.
Para criar, usan algún tipo de hueco con un agujero como entrada, la presencia de este tipo de objeto facilita la entrada en celo. Una hembra sin macho, también puede poner huevos, especialmente con presencia de nido y con caricias por parte de su dueño si es un animal papillero. Estos huevos no erosionarán, causando frustración y normalmente nuevas puestas, a veces, demasiadas puestas que pueden afectar muy negativamente a la vida del animal. El exceso de puestas también sucede con presencia de pareja.
La puesta suele ser entre 4 y 8 huevos, las hembras incuban y solo dejan el nido durante cortos periodos de tiempo para beber, comer o defecar. La incubación dura 18/20 días, pero, como esta suele empezar antes de acabar de poner los huevos, es normal que los pollitos nazcan con diferencia de días unos de otros, en puestas grandes la supervivencia de los últimos en nacer es difícil debido a la competencia con sus hermanos mayores. Las crías pasan 10 días con los ojos cerrados, sin poder mantener su temperatura corporal y dependiendo al 100% de su madre. Normalmente las crías salen del nido sobre las 5 semanas de edad, pero los padres aun los alimentan hasta las 8 aproximadamente.
Determinación de sexos y edades:
Para diferenciar si un periquito es macho o hembra la clave es la cera (parte superior del pico alrededor de las narinas). Los machos adultos la tienen completamente azul, si son lutinos o albinos se les pone morada o rosa. Algunas hembras adultas la tienen de color variable dependiendo de su estado de celo: de blanco o azul blanquecino a color crema fuera de la época de reproducción, y marrón cuando está en celo, mientras que otras siempre la tienen blanca o blanquecina. Los inmaduros de ambos sexos la tienen rosada, generalmente rosa violáceo en los machos jóvenes. Al mes de vida las crías salen del nido con la cera rosa. Durante las semanas siguientes, a las hembras se les va volviendo blanca y a los machos azul (excepto en algunas variedades, como los albinos, lutinos o píos recesivos, cuyos machos la mantienen de rosada o morada toda su vida. Como se puede ver, es necesaria una edad mínima y aún así pueden existir errores en el sexaje, la forma más precisa y que se puede realizar en cualquier color, variedad y edad es un análisis laboratorio de genética del individuo.
La edad también se determina mediante las líneas en la frente, los jóvenes la tienen cubierta de líneas y los adultos la tienen lisa y despejada. Los jóvenes además presentan un plumaje de tonos menos intensos. También se diferencia un periquito joven porque tiene el ojo completamente negro, y a medida que crece se va aclarando el iris quedando un aro blanco alrededor de la pupila negra (excepto en la variedad pía recesiva que no desarrolla este color de iris).