DATOS FISIOLÓGICOS/REPRODUCTIVOS:
- Peso adulto: 80-160 g; hembras más pequeñas que los machos.
- Longitud del cuerpo: aproximadamente 12,7 cm
- Longitud total, incluyendo la cola: alrededor de 28 cm
- Longevidad: 12-14 años en cautividad
- Frecuencia cardíaca: 200-300 latidos / min
- Frecuencia respiratoria: 16 a 40 respiraciones / min
- Madurez sexual: la hembra en 8-12 meses; macho 12-14 meses
- Ciclo estral: 29 días; crian durante todo el año en cautividad.
- Gestación: 15-17 días, el feto luego migra al marsupio.
- Tamaño de la camada: uno (19%) o dos (89%)
- Camadas / año: 1-2 en la naturaleza; hasta 4 camadas / año en cautividad (no recomendado)
El petauro del azúcar (Petaurus breviceps) es un marsupial originario de Australia, Nueva Guinea y algunas islas de Indonesia, es nocturno y arborícola. Su nombre viene dado porque tiene predilección por los alimentos ricos en azúcares. Muchas veces se le denomina “ardilla voladora”, este término no es correcto ya que se trata de otra especie (Pteromyini spp.) perteneciente al orden de los roedores. La forma más sencilla de diferenciar a los petauros de las ardillas voladoras es que los primeros no presentan una cola aplanada.
Los petauros habitan en territorios forestales abiertos y bosques tropicales esclerófilos secos de interior. Son animales muy sociables, en la naturaleza forman grupos en los que viven de 6 a 10 individuos, duermen todos juntos en huecos de árboles o nidos formados por la vegetación que transportan con su cola. En cautividad no deben mantenerse nunca solos, al menos debemos tener una pareja. Se recomienda no limpiar con demasiada frecuencia los sitios marcados (plataformas, ramas, hamacas) para no incrementar los niveles de estrés y malestar psíquico al eliminar las marcas territoriales y de cohesión social de los individuos del grupo. Los machos dominantes suelen marcar a los otros miembros de su grupo con las secreciones de su glándula de marcaje. En cautividad cuando han sido socializados adecuadamente, buscan el contacto con personas, desarrollando pautas y conductas de juego con ellas.
CARACTERÍSTICAS ANATÓMICAS Y FISIOLÓGICAS
Tienen una capa de color gris azulado, con una línea negra longitudinal dorsal. En cautividad, existe una gran variedad de coloraciones y mutaciones diferentes como por ejemplo leucísticos, cara blanca, albinos, mosaicos, etc. Poseen membrana patagial que se extiende desde el quinto dedo de la mano, pasando por el costado y hasta el tarso, y que le permite planear distancias hasta 50 metros. En sus extremidades existen cinco dedos, todos tienen una uña fuerte excepto el I (valgus) de las extremidades posteriores, que es oponible. Los dedos II y III son idénticos en longitud y están parcialmente fundidos (sindáctilos) formando una estructura que utilizan para acicalarse a modo de peine. La cola es ligeramente prensil y la utilizan para transportar hojas y ramas; también tiene un papel importante en el mantenimiento del equilibrio y actúa como timón durante el planeo. No poseen Ossa marsupialia como la mayoría de los marsupiales. Esta es una estructura ósea articulada con la pelvis, que sirve de punto de inserción de ciertos músculos abdominales. Los ojos son muy grandes, sobresalidos y separados, con retina avascular, que les permite disfrutar de una gran agudeza visual y visión nocturna.
En cuanto a la dentición, poseen unos incisivos en forma de gubia, muy especializados para perforar ramas. Además, se caracterizan por tener una corona corta en comparación con la raíz. La fórmula dental es: 6 / 4 (incisivos), 2 / 0 (caninos), 6 / 6 (premolares), 8 / 8 (molares) = 40. Las glándulas odoríferas están implicadas en el reconocimiento de grupo y la comunicación, marcando los árboles del territorio y los ejemplares que forman el grupo. Los machos tienen una glándula odorífera frontal y esternal. Las hembras tienen glándulas de marcaje en el marsupio. Ambos tienen glándulas paracloacales, que producen una secreción blanquecina cuando se asustan. El macho tiene el escroto en la zona media ventral, cubierto con pelo. Su pene es bifurcado y se localiza en la base de la cola. Las hembras tienen un marsupio bien desarrollado con cuatro pezones en su interior. Las glándulas adrenales de las hembras son el doble de grandes que en machos. Tienen dos vaginas y dos cuellos de útero separados. Ambos sexos poseen una cloaca en la que confluyen los conductos finales de los aparatos urinario, digestivo y reproductor.
REPRODUCCIÓN
En libertad son animales de reproducción estacional, siendo su época de cría de junio a noviembre, pudiendo realizar 2 partos durante esta época. Son polígamos, existe un macho dominante que fecunda a todas las hembras del grupo. La gestación tiene una duración aproximada de 15-17 días. Dan a luz entre 1 y 2 crías de 0,2 gramos de peso, que migran hasta el marsupio donde realizaran la lactación durante 70-74 días. La emancipación de las crías es a los 7 – 10 meses. A los 15 del parto la hembra vuelve a entrar en celo.
DIMORFISMO SEXUAL
- Macho: escroto extraabdominal, delante de la abertura cloacal; glándulas (pectoral y frontal); pene bifurcado (dividido en dos).
- Hembras: no poseen glándulas y presentan marsupio.
ALOJAMIENTO
La temperatura ambiental debería mantenerse en torno a los 24-27 ºC. Son sensibles temperaturas bajas, por lo que es necesario que se encuentren en una habitación con temperatura controlada en invierno. En cuanto a las instalaciones, se pueden mantener en el interior o exterior, en zonas bien ventiladas (por el marcado olor a almizcle) y con poca luz. Las jaulas deben ser lo más grandes posibles, con mucho espacio para trepar y saltar. Hay que diferenciar una zona de descanso lo más alta posible (nido de madera, plástico, tela, hamaca, etc.) y una zona de actividad (con rueda de ejercicio protegida, plataformas, ramas de árboles no tóxicos, cuerdas, lianas). Las medidas mínimas de la jaula son 51 x 51 x 91 cm, siendo preferible que la jaula sea más alta que ancha o larga, ya que a los petauros tienen predilección por trepar verticalmente. El especio entre los barrotes no debe superar los 1,5 cm de distancia para impedir fugas. Se recomiendan jaulas reja de acero inoxidable para evitar la oxidación de los barrotes por la orina. Las puertas de la jaula deben ser grandes y cómodas para poder limpiar adecuadamente el interior de la jaula y poder acceder a toda su estructura; los petauros tienen a orinar y marcar gran parte de los barrotes. También es recomendable que exista alguna puerta de menor tamaño para poder acceder al interior sin que se nos escape ningún animal. El sustrato de la jaula y del nido puede ser papel prensado, papel de cocina o hebo. Debe asegurarse la higiene y desinfección regular de la jaula, así como de todos los complementos.
Hay que tener en cuenta que son animales muy activos, por lo que es necesario ofrecerles una gran cantidad de juguetes rotándolos semanalmente para que tengan estímulos constantes y no aparezcan problemas psicológicos o de comportamiento. Podemos usar una gran variedad de materiales para hacer enriquecimiento ambiental, como por ejemplo perchas, cuerdas y plataformas a diferentes niveles, juguetes para aves (escaleras, campanas, colgantes, cuerdas con nudos, muñecos), ramas, flores, esconder comida, ofrecer alimentos con nuevas texturas, ruedas, hojas, etc. Además, deben permitirse períodos diarios de semilibertad vigilada para favorecer el ejercicio: se recomiendan al menos dos horas de contacto con el propietario al día.
ALIMENTACIÓN
Una de las principales causas patológicas de los petauros mantenidos en cautividad son los problemas metabólicos, estos se deben a una incorrecta alimentación. Para aportar una dieta lo más adecuada posible, hay que intentar imitar su alimentación natural. En este caso, es muy complejo puesto que los petauros en estado salvaje tienen una dieta muy variada que cambia dependiendo la época del año o su estado reproductivo. Para aportar una correcta alimentación hay imitar la dieta del animal en su medio. En invierno se alimentan principalmente de savia de eucaliptos y acacias, goma, resina y exudados de otras plantas y árboles que consiguen perforando las cortezas con sus largos incisivos inferiores. El resto del año se alimentan de insectos, arácnidos, néctar y polen. Se ha visto que durante su periodo reproductivo aumentan su ración proteica ingiriendo mayor cantidad de insectos, así como huevos o polluelos.
Debido a la complejidad de su patrón alimentario y necesidades nutricionales, lo más recomendable en cautividad es elaborar una papilla con una receta específica triturando todos los ingredientes. Podemos realizar esta papilla en gran cantidad y guardarla congelada en cubiteras o frascos, pudiendo descongelar diariamente su ración. Es importante aportar ramas y material para que muerdan, ya que si no proporcionamos elementos para que limpien sus dientes pueden aparecer problemas gingivales.
RECETA PAPILLA
450 g de mezcla de fruta y verdura recomendada
12 g de semillas de lino
8 g de suplemento alimentario “Australian Wombaroo High Protein Supplement”
15 g de yogurt sin azúcar ni edulcorante
1 huevo cocido o 50 g de pollo cocido
1g de acacia
4 g de polen de abeja
2 g de carbonato cálcico
12 g de harina de avena
2 g de espirulina
Fruta y verdura recomendada
Debemos escoger el 80% para nuestra mezcla de la lista A (360 g) y el 20% restante de la lista B (90 g).
Lista A: Papaya – Frambuesas – Zarzamoras – Manzana – Pera – Caqui – Bok choi – Guayaba – Zanahoria – Grosellas – Mango – Albaricoque – Cereza – Fresa – Pepino – Brócoli – Kiwi – Guisantes – Batata
Lista B: Espinacas – Berros – Kale – Pomelo – Piña – Mandarina – Naranja – Frambuesa – Higo – Melón cantaloupe – Arándano – Coliflor – Calabaza