

Este pequeño mamífero de patitas cortas y cara adorable se puso de moda hace unos años entre los amantes de los animales exóticos, pero no es tan fácil tenerlo como mascota.
Existen diferentes normativas respecto a los animales exóticos y su tenencia o cría. Sin embargo, fuera del ámbito veterinario la gente no suele tener claras estas normas y en muchos casos actúan sin ser conscientes de sus consecuencias. A lo largo de este texto vamos a analizar qué ocurre con los erizos como mascotas.
Aún así, y más allá de la legalidad, hay que tener en cuenta que no se trata de animales domésticos, sino que son salvajes. Por eso tienen unas necesidades concretas que deben tener cubiertas y el hogar humano no siempre es la mejor opción para ellos.
Ten en cuenta que convivir con un erizo es mucho más que tenerlo a tu lado. Hay que pensar en la comida, el espacio para moverse, la luz que necesitan, su madriguera, las costumbres que hay que respetarles… Cada animal tiene unas necesidades concretas y no debemos limitarnos a pensar en lo más básico. Sino que hay que informarse bien, y también hacerlo sobre la situación legal.
Conociendo al erizo como mascota
Los erizos son mamíferos que no suelen superar los 15 centímetros y rara vez superan el medio kilo de peso. Lo más habitual es que las 16 especies de erizos ronden los 10 centímetros y los 350 gramos.
Pueden vivir hasta 8 años, siempre y cuando cuenten con el hábitat adecuado. Duermen durante el día y salen de su madriguera por las noches, siendo animales principalmente nocturnos. En entornos más extremos se dedican a hibernar en invierno, aunque esto dependerá del clima y del alimento disponible.
Tener un erizo como mascota puede resultar sorprendente por su capacidad para comunicarse con diferentes sonidos, que van desde los chillidos hasta los gruñidos, siendo todos ellos muy característicos.
Sus púas no son venenosas ni especialmente afiladas, pero sí pueden llegar a causar dolor. Están repletas de queratina, y les ayudan a enrollarse como una bolita sobre sí mismos cuando se sienten en peligro.
También es necesario saber que los erizos son animales solitarios, pero tienen buen carácter. Aunque no viven en grupos no suelen resultar especialmente agresivos con otros animales o con los humanos. Lo que puede hacer que su carácter empeore es el tener que vivir en espacios pequeños que le limiten el movimiento.