

La UICN (Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza) es la red medioambiental que trabaja para mantener la integridad de la naturaleza, y es quien ha declarado al conejo como animal en peligro de extinción.
Seguramente a muchos se nos viene a la cabeza los campos españoles con conejos saltando de un lado a otro. Es una estampa característica de nuestro país, igual que lo ha sido durante muchos años el conejo europeo o Oryctolagus cuniculus.
Sin embargo, la población de estos animales ha comenzado a descender drásticamente y nos encontramos ante una población muy menguada. Por ello, la UICN declaró en 2019 a este animal en peligro de extinción incluyéndole en la Lista Roja de Especies Amenazadas.
Evolución del conejo como animal en peligro de extinción
Esta declaración no le pillará de sorpresa a aquellos que conocen un poco el recorrido del conejo europeo en España. A pesar de ser uno de los animales que más presencia han tenido en nuestro país, esta disminución de su población comenzó hace ya unos cuantos años.
Aunque la declaración como animal en peligro de extinción no se ha dado hasta 2019, ya en 2008 se le consideró animal “casi amenazado”. Fue en ese momento cuando empezó a detectarse que había problemas para mantener el número de conejos que había antes.
Los datos actuales marcan un descenso del 70% de su población durante los últimos 10 años en España, Portugal y el sur de Francia, donde también es bastante común.
Qué ha provocado este descenso de su población
El principal motivo que está causando este problema son las enfermedades a las que se tiene que enfrentar hoy en día el conejo. En la década de los 50 se hizo muy común la mixomatosis, y desde finales de los 80 la enfermedad hemorrágica vírica. Ambas, junto con otras enfermedades menores, han ido evolucionando y sus diferentes versiones han llegado a alcanzar un 90% de mortalidad entre los contagiados.
Además, los cambios en la agricultura intensiva, los diferentes usos del suelo y las modificaciones de los paisajes también influyen. El ser humano es muy a menudo causante de lo que ocurre en la naturaleza, y poco a poco hemos hecho que desaparezca el hábitat natural de los conejos en muchas zonas.
Qué se puede hacer para evitar que el conejo esté en peligro de extinción
Estos animales tienen un ritmo de reproducción muy alto, aunque no ha sido suficiente para afrontar los problemas que hemos citado anteriormente. Sin embargo, si somos capaces de facilitarles el entorno en el que pueden reproducirse, la propia especie puede tener la capacidad de hacerlo por sí misma. Es decir, nuestra labor debería estar más centrada en recuperación de zonas y entornos.
Desde WWT han solicitado que se ponga en marcha un grupo de trabajo específico que pueda analizar el ecosistema mediterráneo y detectar las áreas que necesitan una rápida recuperación. La organización pide que se redacte una estrategia ibérica de gestión y que se ponga en marcha un censo ibérico de esta especie.
Además, es importante que siempre que se detecte que hay un conejo enfermo se le trate de la manera adecuada para evitar que las enfermedades sigan propagándose entre ellos. Se trata de detener brotes antes de que escalen y se conviertan en un problema peor.
Es necesario tener en cuenta que la recuperación del conejo europeo es muy importante, no solo por lo que implica en sí, sino por el resto de peligros para la fauna ibérica que supondría su extinción.
El conejo se relaciona con casi 40 especies para mantener la cadena alimenticia, y tiene mucho que ver con la recuperación de otras especies amenazadas, como es el caso del lince ibérico y el águila imperial.