

Nos hemos dado cuenta del desconocimiento que hay sobre las ranas y sus características, a pesar de ser un animal con el que todos estamos más o menos familiarizados.
Por eso hoy queremos dedicarle un pequeño espacio en el blog para resolver las principales dudas sobre este anfibio. Si aún así, cuando termines la lectura, tienes más dudas puedes dejarlas escritas en los comentarios e iremos ampliando información.
Las ranas: datos básicos
Lo primero que hay que conocer sobre las ranas es que existen más de 6.000 especies diferentes de las que se tenga información. Por lo tanto, es un animal sobre el que no se puede generalizar. Con tantas especies diferentes hay demasiados matices en cada una de ellas como para poder unificar conceptos y características.
Sin ir más lejos, no podemos decir un tamaño medio que alcancen en su edad adulta. Hay especies que llegan a superar los 30 centímetros mientras que otras se quedan en los 2 o 3 centímetros.
Algunos datos básicos que debes conocer sobre las ranas son:
- Son anfibios.
- Se consideran animales carnívoros insectívoros, es decir, se alimentan principalmente a base de insectos.
- Suelen preferir los ecosistemas húmedos, aunque puedes encontrarlas a lo largo de todo el globo terráqueo con algunas excepciones como los desiertos o las áreas con climas gélidos.
- Se reproducen de manera ovípara (salvo alguna excepción que es ovovivípara como la rana de celdillas) y evolucionan por metamorfosis.
Uno de los datos que no podemos ofrecerte es su esperanza de vida. Entre cada una de las especies hay muchísima diferencia. Además, como ocurre con otro animales, cambia mucho entre estar en cautividad o en libertad.
Algo que suele llamar mucho la atención a la gente son las ranas venenosas (ranas dardo, por ejemplo). Este tipo de animal suele proceder de América. Suelen ser especies de tamaño muy pequeño y sus hábitos son diurnos. Sin embargo, no serán esas características las que te ayuden a reconocerlas. Podrás identificarlas rápidamente gracias al colorido llamativo de su piel.
¿Son lo mismo que los sapos?
Muy a menudo se generaliza al hablar de ranas y sapos, pero no se trata del mismo anfibio.
Aunque tienen muchas características en común también tienen ciertas diferencias. Por ejemplo, los sapos cuentan con una piel mucho más áspera y seca, mientras que las ranas son muy suaves y siempre están un poco húmedas.
Este cambio en la piel se debe a que, mientras las ranas prefieren los espacios con agua o mucha humedad, los sapos son de tierra y prefieren espacios más secos.
Es decir, aunque estos dos anfibios tengan mucho en común la verdad es que tienen diferencias físicas, reproductivas y comportamentales.
Si tienes más dudas sobre las ranas no dudes en dejarnos tus consultas.