

Llevamos años entendiendo, como sociedad, la convivencia con animales como una manera de educarles a ellos, a los animales, para que convivan con nosotros. En realidad esta unión entre todas las especies va mucho más allá, los animales también pueden enseñarnos algunas cosas a nosotros, especialmente hablando de valores, y sobre todo a los más pequeños de la casa.
Valores que aprenden los niños de los animales
¿Quieres saber más sobre qué valores pueden aprender los niños de las mascotas que tienen en casa? Pues atentos porque te van a sorprender algunas de estas lecciones que poco a poco van aprendiendo.
Responsabilidad
El hecho de que un niño tenga que hacerse responsable de su mascota implica que tiene que darle los cuidados necesarios: tiene que darle de comer, sacarle a pasear, limpiar su casa, jugar con él (incluso cuando no le apetezca), etc.
Esto quiere decir que tanto un niño como un adulto, cuando se hace responsable de un animal, adquiere ciertas cargas y tareas en su día a día y el peso de tomar las decisiones importantes del animal. Aunque, es obvio, en el caso de los niños todo debe estar supervisado por adultos.
Respeto
Convivir con una mascota implica para los más pequeños respetar su hábitat, su salud, su seguridad. Entender esto, les ayudará a ser empático con otros, a ponerse en el lugar de lo demás, a entender incluso cómo se puede sentir o qué puede estar viviendo el otro desde su punto de vista.
En el momento que un niño es consciente de que un animal tiene sentimientos, esto le ayudará a empatizar con otras personas y con otros animales, independientemente del tamaño y del físico que tengan.
Amor y amistad
Si tu hijo convive con una mascota, uno de los valores que aprenderá será el amor y la amistad. Los niños entenderán gracias a sus mascotas que la amistad forma parte de la vida, y que hay alguien que siempre te será fiel y leal, pase lo que pase.
Otra cosa que entenderán fácilmente será que es igual de importante tanto recibir como dar y eso lo aplicarán en sus relaciones sociales.
Generosidad
Los animales suelen darte un gesto de cariño sin esperar nada a cambio. Incluso son capaces de ayudar a otros animales por el bien común, sin importarles si ellos van a recibir ayuda cuando la necesiten.
Por tanto, la generosidad será otro valor que los más pequeños percibirán como algo natural en su entorno familiar y de amistad.
Comunicación
Nos obsesionamos con que no hay comunicación más allá de las palabras. Pero estamos equivocados. Nuestros gestos, expresiones, el tono de voz que utilizamos o un simple movimiento pueden expresar mucho más que la comunicación verbal. Y esto lo aprenden los más pequeños ni más ni menos que de los animales.
Por otro lado, varios estudios señalan que tener una mascota facilita la comunicación entre padres e hijos. Este interés común permitirá que ambos realicen actividades en familia y se creen lazos de unión más sólidos, por ejemplo.
Autoestima
Además de mejorar la relación entre padre e hijo, el niño puede integrarse también en otros grupos sociales que estén enfocados en intereses comunes (relacionados con los animales); algo que sin duda ayudará a reforzar la autoestima del niño.
Conclusión
Debe quedar claro que los animales no son juguetes, y que decidir acoger a uno en vuestra casa debe ser un acto de amor, pero también de responsabilidad. Por ello debe estar claro todo lo que se le puede ofrece, y sobre todo lo que se le debe facilitar al animal. Asesorarte antes con un buen veterinario te ayudará a entender qué carga supone cuidar realmente de un animal y qué debes tener en cuenta.
Sin duda, tus hijos aprenderán en la convivencia con su mascota que hay que tratarlos con respeto, desde el cariño y el amor; y deberán absorber sus valores (lealtad, generosidad y empatía, entre otros) para ser mejores personas en el futuro y construir un mundo mejor.