Taxonomía:
Clase: Mammalia
Orden: Carnivora
Familia: Herpestidae
Especie: Suricata suricatta
Las suricatas son pequeños mamíferos carnívoros pertenecientes a la familia de las mangostas. En la naturaleza se distribuyen por zonas desérticas del sur del continente africano, entre los desiertos del Kalahari y Namib.
MORFOLOGÍA:
Tamaño: entre 25-30 cm de longitud (cabeza y cuerpo), sumándole su larga cola que puede tener la misma longitud que el cuerpo. Los machos son ligeramente más grandes que las hembras, alcanzando unos 730 y 720 gramos en peso adulto respectivamente.
Pelaje: no es tan denso como en otros miembros de la familia de las mangostas. Generalmente varía entre el gris y el marrón moteado. Cada individuo tiene un patrón de manchas en el pelaje que la hace único (como si se tratasen de huellas dactilares).
Esperanza de vida: generalmente alcanzan los 10 años en cautividad.
REPRODUCCIÓN:
Madurez sexual: alrededor del año y medio de vida, aunque las hembras comienzan a criar cerca de los 24 meses.
Gestación: 10-11 semanas. Generalmente las camadas tienen 3 cachorros. Sus crías son altriciales. Es decir, nacen ciegas, sordas y sin pelo. El destete de las crías se produce a los 49 y 63 días de vida.
Los machos y los individuos que no se reproducen toman parte en el cuidado y protección de las crías del grupo.
DIETA:
Son animales onmívoros, aunque fundamentalmente insectívoros. En la naturaleza complementan su dieta ocasionalmente con otros artrópodos, pequeños reptiles, aves, huevos, tubérculos y algunas plantas.
En cautividad la dieta del suricata tiende a ser más carnívora ya que ciertos vegetales y frutas no sientan bien. Se compone de insectos vivos, pequeñas presas (ratones, pollitos), huevos, carne y puede ser suplementada con pienso de carnívoro.
COMPORTAMIENTO:
Los suricatas son animales sociales. En la naturaleza conforman clanes de hasta 30 individuos, generalmente formados por 2-3 grupos familiares (macho, hembra y su progenie). Generalmente son los machos jóvenes los que son expulsados del clan para que formen su propio grupo familiar.
Son extremadamente territoriales con otros suricatas ajenos a su clan. Todos los individuos cooperan en la seguridad del grupo, mostrando el conocido comportamiento de “centinela”, en el que un miembro del grupo monta guardia mientras el resto busca alimento. Este centinela emite un sonido característico cuando avista un depredador, avisando al resto de suricatas fuera de la madriguera para que regresen de inmediato.
ALOJAMIENTO:
Los suricatas salvajes construyen una extensa red de túneles y madrigueras en sus territorios. En cautividad, estos deben mantenerse en exterior. La instalación debe tener una construcción cuya base sea de hormigón y que permita añadir encima varios metros de tierra con finalidad de que los animales puedan excavar sus túneles, sin poder escaparse y evitando la entrada a la instalación de roedores y otros animales silvestres (ratas).
Son sensibles a las bajas temperaturas, por lo que otra opción es que tengan una caseta con fuentes de calor, comunicada con su instalación exterior.
CONSIDERACIONES IMPORTANTES A LA HORA DE TENER SURICATAS COMO MASCOTAS:
Son animales SOCIALES que conforman clanes con un gran número de individuos. El propietario debe poder proporcionar, no sólo el espacio para albergar a un grupo, si no los recursos para poder sustentar a varios animales. Como MÍNIMO, debe tenerse una pareja (macho y hembra) dejándolos criar si es posible para que conformen su grupo familiar.
Cuando se adquiere un suricata, este generalmente ha sido separado de su grupo. El individuo puede tener problemas de sociabilización cuando se intenta reintroducir a un grupo pre-existente. Lo ideal es adquirir un suricata lo más joven posible (lógicamente, destetado).
Son animales extremadamente territoriales. Puede manifestar comportamientos agresivos con miembros de la familia o con otras mascotas como perros y gatos.
Los suricatas mantenidos en un ambiente inadecuado o con la ausencia de un enriquecimiento ambiental idóneo pueden desarrollar comportamientos marcados de estrés, tales como las estereotipias, exceso de acicalamiento o incluso auto-mutilación.
Los suricatas que no viven en un ambiente apto, pueden tener comportamientos altamente destructivos (pueden intentar romper muebles o intentar hacer una madriguera en el sofá, el colchón, etc.).
Los suricatas marcan su territorio con la secreción de sus glándulas de marcaje (con un fuerte olor).
Como parte de su dieta, hay que aportar presas vivas (insectos). El futuro propietario tendrá que tener o criar insectos vivos en la vivienda.
MEDICINA PREVENTIVA:
A los suricata se les vacuna de 3 enfermedades:
Moquillo
Panleucopenia Felina
Rabia
PATOLOGÍAS FRECUENTES:
Ingestión de cuerpos extraños
Coccidiosis
Problemas articulares/espinales
Toxoplasmosis
Enfermedades cardíacas (deficiencia de Taurina)
Enfermedad periodontal
Obesidad